Carolina Murillo Letelier
  • Orfebrería
  • 19 años de experiencia como artesana

Los metales para mí, son todo. Vivo a través de ellos. Cada vez que nace una pieza o más bien, cada vez que le doy vida a una nueva pieza, estoy contando una historia,  visibilizando a través de la artesanía a especies chilenas, principalmente mariposas.

Me encontré con el oficio por casualidad, tome hace varios años un curso de joyería como distracción y me fui enamorando de poco de este bello arte. Lo que en algún momento empezó como hobbie, término siendo parte de lo que soy hoy en día y mi principal fuente de trabajo. Nunca se termina de aprender, nunca dejare de perfeccionarlo.

El Cobre, la plata y principalmente el esmalte a fuego, son mi elemento para construir un pequeño mundo, con el fin de visibilizar criaturas o seres que la mayoría de las veces pasan frente a nosotros silenciosas y se pierden en la gran ciudad. El proceso de creación, empieza con el estudio de las características principales de cada especie. Luego le doy forma al metal, el cual toma las características principales de cada animal y por último, a través del esmalte a fuego, le doy color y vida, tratando en gran medida que sea lo más parecido posible al modelo, pintando a mano cada detalle para finalmente llevar a fuego y vitrificar el color.

El cobre es mi soporte principal, lo acompaña la plata; ambos metales después de pasar por el proceso de construcción, terminan en reciclado de material. Cada uno a su forma, pasando nuevamente por fuego (fundición) y comenzando su reutilización. Nada se pierde en el proceso. En cuanto al trabajo de color: la pintura sobre cubierta (pigmentos vitrificables) son de manufactura nacional. Evitando la importación y reduciendo la huella de carbono. Prefiriendo siempre materia prima nacional.

Al realizar este oficio puedo decir que estoy satisfecha. Cuesta un poco decidir que la obra está realmente terminada, pues se encuentra en un continuo proceso de elaboración. Mi timidez se reduce cuando es la obra la que habla por mí. Puedo ver lo que soy en cada pieza.

Mi obra es 100% portable, por ende la persona que la lleva puesta puede contar a través de ella la historia de cada especie y con ello un pedazo de mi. No me cabe duda que cada persona sabe quien la hizo y lo que representa cada mariposa, cada especie, donde habita y si está en eminente peligro o no. Con ello, busco educar, valorar y visibilizar a través de cada pieza de joyería la flora y fauna de nuestro país. Alertar de las especies que se encuentran en peligro de extinción, para conocerlas e identificarlas. Son parte de nuestro patrimonio y conocerlas es respetarlas.

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