Nolberto Ignacio Gonzalez Cortes

• Metalistería (Orfebrería)
• 35 años de experiencia como artesano

El oficio lo aprendí en esos años de crisis en la década de los 80’, con amigos del barrio donde vivía y colegas del rubro. Buscaba la posibilidad de superarme debido a la pérdida del tutor del hogar. En ese entonces, se me dio la oportunidad de trabajar en un taller de joyería como aprendiz de lapidador, principalmente en lapislázuli. Logré dominar la técnica y el dueño de taller, después de un tiempo, me delega la etapa del pulido. Esos fueron los comienzos.

Con el tiempo, mis amigos y yo nos fuimos perfeccionando y compartiendo conocimientos, y a la vez, participamos en ferias artesanales -privadas y municipales- y en algunos talleres para la comunidad.

El proceso de creación suele partir por un dibujo, especialmente si es un diseño exclusivo, y dependiendo de la materialidad de la obra -si fuese AG.Plata, por ejemplo- compro granalla para proceder a la fundición y preparación del material. Cabe destacar que el proceso químico, así como la preparación de soldadura y recuperación de metales nobles, es algo del oficio que aprendí en mis primeros años.

Me parece gratificante el resultado de un trabajo totalmente hecho a mano y que sea valorado por las personas, independientemente de su materialidad. Me siento realizado desarrollando mi trabajo, pues me ha dado la oportunidad de viajar y exponer mis piezas en diferentes lugares, así, he conocido otras culturas, personas y muchos lugares.

Es claro que el uso que se le da a lo que hago es principalmente ornamental, pero es algo que me brinda la oportunidad de recrear diseños precolombinos con muy buena aceptación, y por otra parte, siento el agrado por rescatar diseños principalmente de los pueblos originarios.

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