
El arte de transformar el fierro en vida.
Encontró en la soldadura y el acero una forma de vida y de expresión artística. Aquí comparte su historia de autodescubrimiento, viajes y dedicación al oficio de la herrería en su taller de Til Til.
- Contáctame aquí
- Sígueme en redes sociales
Historia
Txetxo Cavieres Donaire es un herrero y artista que convierte el metal en expresiones cargadas de significado. Su amor por el fierro comenzó desde temprana edad, cuando sintió la fascinación por la chatarra y las esculturas de acero. Sin un mentor directo, su pasión lo llevó a aprender de manera autodidacta y a buscar la inspiración en lo cotidiano. “Siempre intenté buscar cómo aprender a soldar o trabajar con fierros”, comenta. A los veinte años, empezó a construir sus primeras piezas, motivado por la necesidad de crear objetos únicos para su hogar, como repisas y escritorios de fierro y madera.
Sus primeros años en el oficio no fueron fáciles. Txetxo se enfrentó a desafíos, como la falta de apoyo de quienes temían compartir su conocimiento. Sin embargo, perseveró, buscando oportunidades para mejorar. “Había un vecino que tenía un taller mecánico y yo iba a mirarlo, para que me enseñara a usar la máquina, a cortar”, recuerda. Estas experiencias tempranas moldearon su carácter resiliente y su determinación por aprender.
Un viaje mochilero al País Vasco, España, marcó un punto de inflexión en su carrera. Lo que comenzó como una aventura personal, se transformó en una etapa de formación artística y profesional. En Vitoria-Gasteiz, su habilidad en la herrería artesanal llamó la atención de la comunidad local, y pronto, sus trabajos comenzaron a exponerse en bares y galerías improvisadas. Este periodo, que se extendió por cuatro años, le permitió perfeccionar sus técnicas y certificar sus conocimientos en soldadura en la academia Sartu. “Ese tiempo me ayudó a creer en mi arte. Empecé a hacer exposiciones al aire libre, y fue entonces cuando me di cuenta de que podía dedicarme a esto”, comenta Txetxo, reflexionando sobre el impacto de esa experiencia en su vida y en su oficio.
De regreso en Chile, estableció su taller en la comuna de Til Til, donde sus esculturas de fierro han revitalizado la escena cultural. Para él, el trabajo en la herrería no solo implica crear estructuras funcionales, como rejas o portones, sino también expresarse a través de piezas artísticas que exhibe en las calles locales. “Aquí en Til Til no hay mucha gente que haga esto, y eso me ha servido para mostrar mi trabajo en un contexto diferente”, cuenta Txetxo, quien ahora es conocido como “El herrero de Til Til”.
Txetxo ve en la herrería un espacio de autoconocimiento y superación personal. “Siempre que termino una obra pienso que mi arte podría estar desprovisto de todo, pero no puede estar desprovisto de mí mismo», reflexiona. Esta filosofía se refleja en su proceso creativo: si en algún momento siente frustración o desconexión con una pieza, prefiere pausar y retomarla cuando sienta que todo va a funcionar. Para él, cada creación es una forma de terapia, una manera de canalizar sus emociones y de enfrentar los desafíos de la vida cotidiana.
Recientemente, ha comenzado a compartir su conocimiento a través de talleres en Tiltil, buscando inspirar a nuevas generaciones en el arte de la herrería. “Enseñar ha sido gratificante. La gente llega con ideas propias y yo solo les ayudo a realizarlas. Así cada uno se lleva algo que creó con sus manos”,e explica. Además, aspira a expandir su arte más allá del pueblo, participando en eventos en Santiago y explorando nuevas oportunidades para exponer su obra.
A sus 41 años, Txetxo Cavieres ha encontrado en la herrería su verdadero propósito. Este oficio, más allá de ser su forma de vida, es su manera de expresar su identidad y su visión del mundo. En cada pieza, ya sea una escultura o un portón, Txetxo deja parte de sí mismo, forjando en el acero no solo su historia, sino también su propia esencia.
Obras y Procesos
Explora la galería de imágenes y sumérgete en el talento y la dedicación de los artesanos y artesanas.