De niño siempre me gustó dibujar, comic y cosas así. Ya más grande, veía a mis hermanos divertirse confeccionando máscaras y quise experimentar con materiales como el papel maché. Por el año 1984, entro becado a la Escuela Nacional de Artesanos (ex Escuela de Canteros de la Universidad de Chile), allí aprendí sobre el tallado en piedra, el oficio de la forja y mejoró mucho mi técnica de dibujo. Fueron dos años de jornada completa. Obtuve el título de Maestro Artesano de la Piedra y desde hace un tiempo, comencé a enseñar, gratuitamente, a quienes se interesan en esta labor.

Tallar piedras es uno de los oficios más antiguos de la humanidad y por lo mismo, está presente en muchas culturas del mundo. Pienso que el artesano puede hablar al futuro con sus obras en piedra. Todo lo que pueda hacer ahora, podrían ser piezas arqueológicas para el tiempo futuro.

Al realizar una obra, me resulta emocionante ver cómo un pensamiento, una idea, pasa a ser algo corpóreo, algo tangible, después de un trabajo de horas e incluso días. Creo que el cariño que se le entrega a una pieza y a los detalles del acabado final, pueden lograr su posteridad.

Una obra atemporal y perdurable, ese me parece que es mi aporte en el rubro.