Aprendí desde los 12 años, observando un maestro Talabartero de nombre Mario Olea, en la zona quinta de Tilcoco.

Luego aprendí con otros artesanos, en diferentes ferias a las que acudí dentro del territorio Nacional.

En los años 70’, viajo a Perú, Ecuador y Colombia para conocer los trabajos locales, luego viajo a Estados Unidos donde completé mi formación, especializándome en la técnica de repujado estilo Sheridan.

Realizar este trabajo artesanal es terapéutico.

Hago elementos de uso cotidiano, que van desde un llavero hasta un mueble.

Lo que me interesa de mi oficio es dejar un legado a las nuevas generaciones