Desde pequeño en mi familia (6 hermanos) fuimos muy habilosos para realizar un buen dibujo. Siendo el menor de ellos, puedo decir que siempre me destaqué en esa área cuando asistía al colegio, al liceo. Y ya de grande, decidí estudiar dibujo, diseño gráfico, diseño computacional. A los 29 años ingresé a la Universidad Católica de Temuco y fue allí en la academia donde tuve mi primer vínculo con la orfebrería, como una asignatura.

Por otro lado, la orfebrería mapuche se da mucho en el sur de Chile, con exposiciones permanentes y en el gran mercado. Una de esas muestras permanentes se encontraba justamente en la facultad donde estudiaba, y desde entonces, en contacto con todo aquello, nace parte de mi creatividad.

Me siento muy afortunado de ser Mapuche y también de poder conocer y haber tenido la oportunidad o privilegio de aprender desde la academia. Fue una gran meta que logre superar gracias a la confianza y apoyo de mi madre.

Mi trabajo es muy variado. Como diseñador, aprecio mucho los materiales y su diversidad, las materias primas nobles son de mi preferencia. Materiales que conserven su energía, para ser transformada en un objeto utilitario o decorativo que continúe entregando esa “energía”. También realizo propuestas esculturales de madera o piedra (a pequeña escala). Todas mis ideas o proyectos giran en torno a nuestro pueblo, con innovaciones contemporáneas o experimentales que intervienen mis diseños de estética Mapuche.

Con este hermoso oficio puedo seguir prolongando nuestro conocimiento ancestral como pueblo Mapuche.